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Superar La Infidelidad. iSi Se Puede!

Cómo superar una infidelidad

Toda infidelidad es el síntoma inequívoco de alguna anomalía previa, consciente o inconsciente, en la relación de pareja. Constituye, por ello, un verdadero detector de problemas amorosos ocultos y una oportunidad de concienciarlos y resolverlos, es decir, un punto de partida para mejorar la relación. De ahí que las infidelidades sólo destruyen las malas relaciones (demasiado débiles, o desgastadas, o neuróticas, etc.), pero refuerzan los lazos basados en el amor y la madurez psicológica.

No obstante, cuando una persona es engañada por su pareja, sufre inmediatamente tres heridas: 1) dolor por el abandono (celos); 2) humillación (narcisismo y autoestima heridos); 3) rabia (odio, rencor, deseos de venganza). La progresiva cicatrización de estas heridas exige vivenciar el siguiente proceso:

  1. expresar, desfogar las emociones ocasionadas (dolor, despecho, rabia) no sólo ante la propia pareja, sino también con otros familiares, amigos, etc., que acompañarán y compartirán el dolor de la persona y le darán ánimo y consejo.

  2. la persona engañada y su pareja infiel deberán afrontar con coraje el suceso e investigarán conjuntamente por qué se ha producido, es decir, cuál fue el significado de la infidelidad: ¿una huida? ¿una sustitución? ¿un narcótico? ¿un castigo o venganza? ¿una muestra de soledad o desamor? ¿un síntoma de aburrimiento? Etc. Es indispensable responder a estas preguntas no sólo como parte del proceso curativo del engañado/a, sino también para prevenir futuras repeticiones de la infidelidad u otros síntomas indeseables.

  3. resolver a fondo, si se quiere y se puede, todos los problemas descubiertos (p. ej., falta de amistad, comunicación, aburrimiento, desconfianza, rencores ocultos, problemas sexuales, problemas con los hijos, problemas emocionales en alguno o ambos miembros de la pareja [narcisismo, depresión, ansiedad, agresividad, falta de autoestima, dependencia, posesividad, rigidez moral, etc.], u otros).

Aquí se entra en un proceso de desilusión / decepción, parecido al de la pérdida de un ser querido y se tendrá que recorrer un camino con los siguientes pasos hasta la aceptación de la realidad y el comienzo a recuperar la confianza.

1. Fase de Negación. Negarse a creer el hecho. La mente comienza a buscar la razón del porque se dio el hecho, cuando aparentemente no había motivos para que sucediera esto. Se comienza a crear fantasmas con alguna base más o menos solida de la realidad. A veces si suele ser real, muchas veces es producto de los pensamientos de la persona que padece o fue víctima de esta infidelidad.

2. Fase de enfado e indiferencia. Es un dolor agudo, interminable, que dura meses e incluso años después de dicha infidelidad, y que llena el corazón de estas personas de rabia, celos retrospectivos, inseguridad, desconfianza, resentimiento. Estos engañados/as quieren dejar de sufrir como sea, pero no pueden. Y se preguntan angustiados: "¿cómo lograrlo?".

La herida crónica de estos engañados/as reside claramente en su propio orgullo personal, en la autoestima, en lo más hondo del yo.

El prolongado dolor del engañado constituye precisamente una gran pataleta infantil, proporcional al grado narcisista de su personalidad. El sujeto, más que abandonado, se siente ofendido, burlado, frustrado en su vanidad porque ejercía secretamente un dominio egocéntrico sobre su pareja, se creía "dueño" o "propietario" de ésta, la cual -ahora- se ha liberado inesperadamente y sin su "permiso" de él. Además, como el engañado siente a veces unos terribles deseos ocultos de infidelidad y, por otro lado, se cree "mejor" o "superior" al otro/a, no cesará de despreciarlo y agredirlo por envidia. La cual, para colmo, sopla continuamente al oído sin autoestima del ofendido: "Tú no vales lo suficiente, tu rival fue mejor, te quitó el poder, ojalá tú fueses como él, ojalá él estuviese muerto para que no te hiciera sombra". Y con todo esto el engañado odia y se atormenta sin descanso.

3. Fase de Negociación. Aquí se comienza a ver la luz al final del túnel. Se comienza a reflexionar sobre lo que el engañado (a) hizo o dejo de hacer y que trajo como consecuencia esta infidelidad y es la etapa ideal para buscar ayuda para mejorar la relación si es que aún están juntos.

4. Fase de Dolor Emocional. Se experimenta tristeza y dolor por la infidelidad. En esta etapa el dolor puede seguir siendo tan intenso como al comienzo y este periodo puede durar dependiendo de diferentes factores. Temperamento de la persona, lo que la persona descubrió y los detalles que sabe de la infidelidad de su cónyuge. (Mientras más detalles más dolor) y del desarrollo de los acontecimientos en torno a este hecho (si hubo confrontaciones con la amante o sus familiares etc…)

5. Fase de Aceptación. Se asume la pérdida, pero jamás se olvida. Esto es una realidad. “Perdonar Es Recordar Sin Dolor” se puede aprender mucho de esta experiencia si hay valentía, fe, y deseos genuinos de restaurar la relación. Dios permitirá con su ayuda que los cónyuges juntos pasen este proceso que podría llevar desde semanas, meses, incluso años a superar esta crisis. Pero si se hace de una forma adecuada al final el amor triunfara.

Si están pasando por una crisis matrimonial o un proceso de infidelidad contáctenos les podemos ayudar. Comparte este Articulo con quien crees que pusiera necesita esta ayuda.

David Morales Bermúdez

Centro de Consejería Esperanza.

12362 Beach Blvd Suite 24 Stanton CA. 90680

centrodeconsejeriaesperanza@hotmail.com

Telefono (714) 982-8833


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